Llega la época del año que a muchos nos gusta, el verano. Lo que quiere decir vacaciones, playa, montaña, viajes,… y eso supone pasar un tiempo importante bajos los rayos del sol, tan saludables para nuestro organismo (síntesis de vitamina D necesaria para la absorción del calcio y fortalecimiento de nuestro sistema inmune, por ejemplo) como realmente peligroso si nos excedemos sin las medidas de protección adecuadas.

Por eso me gustaría que tuvieras a mano algún remedio natural para que en caso de sufrir una exposición inadecuada a los rayos del sol puedas usarlo para aliviar tu piel de esa “quemadura solar” que aunque no sea peligrosa, sí resulta algo molesta. Independientemente también puedes hacer uso incluso si no has sufrido daño alguno en tu piel para tener esta bien hidratada.

  1. Aloe Vera: puedes utilizar el que ya venden puro para darte unas friegas sobre la piel o bien triturar unas hojas (la pulpa) y conservarlo en la nevera para varios días.
  2. El pepino es otra opción interesante que puedes aplicar sobre la piel en la zona afectada triturando un poco de este fruto y colocarlo sobre la piel afectada por ese exceso de sol.
  3. La infusión de manzanilla (una vez enfriada) puedes aplicarla con la ayuda de un algodón para aliviar ese malestar de la piel ya que tiene propiedades calmantes y antiinflamatorias.
  4. El vinagre de manzana puro al 100% también es un buen remedio para aliviar quemaduras solares si lo diluyes al 50% en agua y lo aplicas con ayuda de una compresa durante 15 minutos.

También resulta interesante si vas a estar expuesto/a al sol este verano con frecuencia que tomes algún suplemento rico en determinados antioxidantes específicos para el cuidado, protección y mejor bronceado de la piel (si te interesa saber alguno, dímelo y estaré encantado de proporcionártelo).

 

Los consejos de la OMS referente a las medidas para protegerse del sol, son:

  • Evitar la exposición solar en las horas centrales del día. Los rayos UV solares son más fuertes entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Tenga especial cuidado con la exposición al sol durante esas horas.
  • Tenga en cuenta el índice UV. Este importante dato le ayuda a planificar sus actividades al aire libre para evitar una exposición excesiva a los rayos del sol. Es necesaria protección solar siempre que el índice UV prevea niveles de exposición de moderados a altos, por ejemplo un índice UV de 3 o superior.
  • Aproveche las sombras. Póngase a la sombra cuando los rayos UV sean más intensos, pero no olvide que los árboles, las sombrillas o los toldos no protegen totalmente contra la radiación solar.
  • Use ropas que le protejan. Un sombrero de ala ancha protege debidamente los ojos, las orejas, la cara y la parte posterior del cuello. Las gafas de sol con un índice de protección del 99%-100% frente a los rayos UVA y UVB reducen considerablemente los daños oculares debidos a la radiación solar. Las prendas de vestir holgadas y de tejido tupido que cubran la mayor superficie corporal posible también protegen contra el sol.
  • Utilice cremas con filtro solar. Aplíquese una crema protectora de amplio espectro, con factor de protección igual o superior a 30. Extiéndala generosamente sobre la piel expuesta y repita la aplicación cada dos horas, o después de trabajar, nadar, jugar o hacer ejercicio al aire libre.
  • Evite las lámparas y las camas bronceadoras. Las lámparas y las camas bronceadoras aumentan el riesgo de cáncer de la piel y pueden dañar los ojos si no se usa protección. Debe evitarse completamente su uso.
  • Proteja a los niños. Los niños suelen ser más vulnerables a los riesgos ambientales que los adultos. Cuando estén al aire libre, hay que protegerlos de la exposición a los rayos UV como ya se ha explicado. Los bebés deben permanecer siempre a la sombra.

 

Firmado: Juan José Vicente Baños.